Las empresas tienen cantidades masivas de datos sobre sus activos, políticas e inversiones, pero con demasiada frecuencia se ocultan conocimientos valiosos en informes tabulares o bases de datos en silos. Con la inteligencia de ubicación, las empresas pueden unir datos de cartera dispares en una vista integrada para que los tomadores de decisiones puedan comprender intuitivamente los valores clave por mercado.