
Direct Relief agiliza la respuesta a la COVID-19
La geografía y la sociedad están íntimamente ligadas. Las personas que trabajan para hacer frente a nuestros retos más importantes, como la sostenibilidad, la salud pública, la equidad y la conservación, utilizan un enfoque geográfico para comprender mejor esos problemas y gestionar sus operaciones a través de un lenguaje común: la ubicación.
Las organizaciones pueden utilizar la tecnología de los sistemas de información geográfica (SIG) empresarial para identificar áreas de necesidad, operar con eficacia y comunicar su propósito.
Más allá de analizar cuestiones de geografía y sociedad, las organizaciones humanitarias pueden aplicar un enfoque geográfico a las operaciones para mejorar los resultados. La perfecta integración de los datos de ubicación con los sistemas, programas y actividades empresariales permite saber qué está ocurriendo y dónde.
Un enfoque geográfico puede ayudar a las organizaciones a abordar problemas de desigualdad social y a operar ellas mismas de forma equitativa. Las organizaciones pueden utilizar herramientas de representación cartográfica y datos geoespaciales acreditados para visualizar y analizar variables de población como la raza y la etnia, el acceso a Internet, el nivel de ingresos y el estado de discapacidad.
Un enfoque geográfico acelera la planificación con una visión cartográfica de las operaciones y los recursos. SIG desbloquea datos ocultos en hojas de cálculo y bases de datos y los integran en una imagen operativa común, ofreciendo de este modo una mejor base para lograr cambios positivos.
Visualizar la ubicación de las poblaciones marginadas y los obstáculos a la igualdad revela patrones importantes. Los líderes utilizan SIG para mostrar las repercusiones de largo alcance de las políticas y prácticas, y decidir cómo emprender acciones positivas.